Buenos y malos
Como decía Orfeo Suárez, Redactor Jefe de Deportes de El Mundo, los medios quieren publicar informaciones propias y exclusivas pero no quieren renunciar a contemplar todo aquello que los demás medios publicarán al medio siguiente.
Para poder llenar un balde con el agua de mejor calidad que supone la gran catarata de la información hoy en día, es necesario adecuarse a los tiempos e invertir en tecnología.
No quiero decir con esto que no sea importante invertir en periodistas que investiguen y elaboren informaciones propias que doten al medio de una cierta exclusividad y diferenciación.
Respecto a lo que dice Juan Varela en Más medios, menos periodismo, sobre los gabinetes de comunicación; no estoy para nada de acuerdo. Las ciencias de la información y de la comunicación deben ofrecer diversas salidas profesionales.
Cada día son más las pymes y organizaciones que se dan cuenta de la necesidad de un Gabinete de Comunicación. Pues bien, los periodistas que allí terminen, no serán menos profesionales que los que escriban en El País.
Los medios están muy saturados y la precariedad laboral es muy preocupante; es por eso, por lo que los periodistas debemos buscar nuevas salidas profesionales.
A estas alturas de la carrera se distinguen dos grandes perfiles de periodistas, los buenos y los malos. Los malos son aquellos que filtran interesadas notas de prensa a los periódicos y los buenos son los que hacen una labor para la sociedad desconfiando de esas notas y tachando al gabinete de prensa de malhechores.
Ahora mismo están surgiendo muchas empresas de comunicaciones integradas que están ofertando muchas plazas de trabajo para los licenciados en comunicación y no por ellos seremos menos periodistas.
Yo quiero ser periodista, pero a mi manera.
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