Cómo manipular un programa I
Anoche pude encender tranquilamente la tele después de varias semanas. Tras ejercitar mi pulgar con el mando a distancia (ya no recordaba la ubicación de los botones), paro en un polémico debate sobre inmigración en Antena3. Era el programa Paranoia Semanal, el cual no había visto nunca.
La formula es bien sencilla. Se recurre a un tipo conocido en televisión, que no tiene porque ser periodista. Luego se llena el plató de personajes de la farándula que se creen portadores de la verdad e intelectuales consagrados (ya lo vimos en los Goya).
No se deben descuidar a los cámaras, la realización y el técnico de sonido, quien se lo pasaría pipa subiendo los faders de los actores por encima del de los participantes del público.
Cuando hablaba alguien que defendía la inmigración en todas sus vertientes, se silenciaban todos los micros y el cámara se centraba en él. Si hablaba alguien como Samuel Azor, de España 2000, el técnico subía todos los micros del circo de actores y el cámara hacía un contrapicado del invitado.
Mención especial merece las valoraciones personales de Juan Y Medio, un personaje que está más cerca del termino payasete que de un moderador serio, como el que merecía ese debate.
Y ahora con lo mío:
- Creo que el más educado de todos y el que más respeto tuvo con los allí presentes fue Samuel Azor.
- No creo que sea ético que se hable de temas tan comprometidos y serios en circos televisivos sin ningún rigor.
- Los actores son actores, no expertos en todas las materias.
- No vuelvo a encender la tele, mis almorranas me tratan mejor.
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