martes, 12 de junio de 2007

Jordi se aprueba

jordiseaprueba

El lunes a primera hora de la mañana, la Universidad aparecía empapelada de carteles publicitando este blog. Los becarios de Institucional, Menchu y Petete no daban a basto para retirarlos y cambiar los fondos de escritorio de los ordenadores de consulta de la biblioteca. El primer día, y antes que la araña de Google lo rastrease ya alcanzó las 150 visitas. Conociendo a Jordi Pérez Llavador, no descarto que se trate de un experimento social, aunque cuando se lo comenté se mostró muy sorprendido.


La verdad es que se trata de una iniciativa lograda y muy curiosa. Con un diseño sobrio, pero contundente (Eloy considera que se ha hecho con Freehand) este blog está dando mucho de que hablar en la Facultad.

Cabe
destacar el sumo respeto que el cread@r del sitio ha tenido en todo momento, ya que se publicó un comentario algo ofensivo y se suprimió de inmediato.

Particularmente, yo aprobé las cuatro Jotas, como yo llamo a las asignaturas de Jordi, a la primera y sin grandes esfuerzos. No obstante debo reconocer, que Jordi es un magnífico "comunicólogo" pero su docencia es algo especial. Como faltes a una clase te pierdes, y es que Jordi habla para periodistas, no para alumnos.

Yo estoy esperando a ganarle el pulso a mis asignaturas hueso para escribir sobre ellas. Sí señores, tengo miedo.

Aunque ya superé las de Jordi, me sumo a la causa y pongo la pegatina en mi plantilla.

2 comentarios:

P.S. dijo...

Hola Tomás:

Empezaré por tu apellido, por ejemplo, para decirte la "poca ilusión", según tú, que tengo hacia mi profesión. Melchor Miralles, un auténtico canalla manipulador, un ejemplo vivo de cómo no se debe hacer periodismo -conste que nunca hice televisión porque lo considero el medio más mentiroso y tendencioso que se haya creado-.

No he dicho que esté mal que un estudiante de periodismo haga un blog: quizás te suceda como a los chavales del País Vasco con el texto de Pérez Reverte. Detecto una brecha generacional en comprensión de textos, me pasa hace tiempo con mis sobrinos -a los que llevo unos 10 años como mínimo al mayor-. Procuro entender lo que escriben, pero ellos a mí no me entienden muchas veces en mis tres blogs. Será que abuso de la elipsis, o que considero a mis lectores siempre más inteligentes que yo...

En cuanto a tus posts, no dejas de ser un eco de la tendencia que sigues, tu intento de objetividad en algunos asuntos brilla por su ausencia -ETA por ejemplo- y el hecho de que quieras dedicarte a comunicación institucional y a publicidad para mí revela que no tienes vocación de periodista, sino de publicista -como Matías Prats y su Ing o tantos de Informe Semanal que han acabado haciendo y protagonizando anuncios-. Y claro, como que la casta de los publicistas no me simpatiza. Los de la trinchera, los que no nos vendemos a nada ni a nadie, aunque nos cueste la cárcel, no estamos en ese frente tan cómodo. Y hablando de Cómodo...

Tomás Miralles dijo...

Hola Pablo:
En primer lugar no entiendo qué tiene que ver Melchor Miralles con mi persona; por otra parte coincido en la opinión de este personaje.

En cuanto a la inteligencia, pues te equivocaste conmigo, ya que por lo visto no entiendo tu literatura (lo siento).

En cuanto a la objetividad, nunca he intentado alcanzarla y nunca he pretendido huir de mis ideales y escribo las cosas como las siento.

Nunca me he visto en una redacción al uso, porque, como algunas veces le recuerdo a mi profesor Fernando Olabe, no quiero ser un periodista “bohemio”.

En efecto, no es mi vocación (lo dejo reflejado en mi perfil, no hacen falta revelaciones), pero aun así, me gusta el periodismo y lo respeto. El año que viene empiezo el segundo ciclo de Publicidad y será en este campo en el que busque mi sitio.

Aprovecho este comentario para decirte que agradezco esta enriquecedora comunicación y que en ningún momento pretendo que decaiga en una lucha encarnizada.

Saludos desde mi mundo…